Yo y el virus
Casi sin exagerar podemos decir que hay más virus en nuestro planeta que números en el universo para contarlos. Millones y más millones de ellos nos caen en las cabezas en apenas media hora que pasamos al aire libre. Son los verdaderos dueños de este planeta Tierra. Resultan centrales para la regulación del clima, para que el resto de los seres vivos sean tan fascinantes y hasta para que nosotros mismos podamos, incluso, nacer. La historia humana cambia una y otra vez debido a ellos ¿No es mejor, entonces, hacerse amigos y conocerlos?
Precisamente, para lograrlo, es que Quentu –el virus gigante más irreverente que haya aparecido en el mundo– viene en este libro a darnos una mano (aunque él no tiene ninguna), a hacernos reír, enojar, suspirar y abrir la boca de admiración.